El salario emocional, un factor clave para las organizaciones en la crisis del Covid-19
En esta crisis humanitaria provocada por el Covid-19, hemos podido constatar que el salario emocional es un factor clave para las organizaciones.
Las mejores empresas se han volcado ante esta situación tomando decisiones desde el corazón, preocupándose no solo de la parte operativa sino también de la emocional y humana. Estas organizaciones han comprobado cómo esta gestión más humana ha provocado una importante mejora en los índices de satisfacción y compromiso de sus empleados que ha derivado en mayor productividad y en mejores resultados.
Tomás Pereda Riaza, responsable de la Red de empresas máshumano, ha participado en el webinar organizado por Foro Recursos Humanos, Open HR y Aegon, para debatir sobre la importancia del salario emocional para las organizaciones.
En esta sesión moderada por Francisco García Cabello, fundador y director general de Foro RRHH, han participado también grandes expertos como Marisa Elizundia, Managing Director de Live You Brand, creadores del Barómetro de Salario Emocional; Smara Conde, Directora de Recursos Humanos y RSE en Aegon; María Victoria Oñate, Directora Comercial de Colectivos en Aegon; y José Juan Martín, CEO de OpenHR.
La importancia del salario emocional en la desescalada
Esta crisis ha demostrado la relevancia del salario emocional en las decisiones estratégicas de las empresas, pero ¿cómo afecta esto a las organizaciones?, ¿qué cambios se esperan para los RRHH durante la desescalada?
La comunicación con los empleados ha sido un factor clave para la gestión humana de la crisis. José Juan Martín, ha destacado la importancia de la comunicación interna en la gestión de la dimensión emocional para conocer las necesidades del empleado y poder darles respuesta.
“El salario emocional siempre ha sido clave, y ahora más que nunca cobra importancia. La única forma de hacerlo tangible es que el empleado se sienta cuidado y que te preocupas por él y eso se consigue estando cerca. Para incrementar el salario emocional hay que ser humanos y empáticos con cada una de las personas de la organización” comentaba Smara Conde.
Por su parte, Tomás Pereda, ha señalado que debemos consolidar entornos más ágiles basados en la confianza: “Hemos comprobado durante este periodo de teletrabajo que dejar a la gente trabajar con autonomía, con poca supervisión y en marcos de trabajo basados en la confianza, ha hecho que las cosas hayan salido adelante con éxito. La confianza nutre el salario emocional y debe seguir haciéndolo en la desescalada”.
Las declaraciones de propósito, misión y valores de las empresas, se han puesto a prueba durante esta crisis. Las compañías que han continuado su actividad con éxito han demostrado una gran coherencia entre sus intangibles y sus acciones; algo que será clave para las empresas en el futuro.
En este sentido, Marisa Elizundia, destaca que el salario emocional se ve afectado por la cultura de las organizaciones y por su estilo de liderazgo. “Necesitamos líderes más humanos capaces de mantener la sensación de comunidad en la distancia y que minimicen la incertidumbre interna” ha señalado Tomás Pereda.
Estos valores que han demostrado las mejores empresas y que han generado mayor satisfacción y productividad, deben mantenerse también en los momentos difíciles. En un contexto de crisis como la que estamos viviendo, las empresas pueden enfrentarse a decisiones difíciles. La gestión de la adversidad con transparencia y respeto es también un factor clave para las organizaciones.
Además, la tecnología ha sido fundamental para el salario emocional en un contexto de distanciamiento social, ya que ha permitido a las empresas estar cerca del empleado. Con el Covid-19 y la aceleración de la digitalización, las formas de trabajo cambiarán y el concepto de oficina entra en profunda revisión, por eso la tecnología centrada en las personas será fundamental en la nueva normalidad.
María Victoria Oñate, ha hablado de cómo se vive esto en el día a día de las empresas: “Esta crisis es humanitaria y nos ha cambiado. De repente se ha modificado nuestra escala de valores, focalizándonos en la salud. La preservación de la salud nos permite crear el cordón umbilical entre empresa y empleado. Al final consiste en impulsar herramientas que ayuden a los departamentos de Recursos Humanos a preservar el bienestar de todas las familias y estar cerca en el momento que más se necesita, para crear esa conexión entre empresa y empleado”.
En conclusión, durante la desescalada las organizaciones tendrán que seguir impulsando y desarrollando herramientas para potenciar el salario emocional y la conexión empresa-empleado. El gran reto de futuro para las empresas será mantener los aprendizajes positivos de este tiempo de confinamiento.