Se celebra “Más allá del Algoritmo”, una jornada sobre las implicaciones éticas de la inteligencia artificial y su impacto en el futuro laboral
El pasado 12 de junio celebramos junto a Sagardoy Abogados la jornada “Más allá del algoritmo. Humanismo y ética en el futuro laboral”. Este encuentro, que tuvo lugar en la sede de Sagardoy Abogados, reunió a expertos y profesionales para reflexionar sobre la integración ética y humanista de la tecnología, especialmente la IA, en el ámbito laboral, así como la adecuación del marco legal para un avance positivo de esta transformación tecnológica.
En un contexto donde el uso de la inteligencia artificial parece estar cada vez más presente en el día a día de muchas empresas, la jornada puso de relieve cómo la tecnología y la inteligencia artificial están transformando rápidamente nuestra sociedad, presentando oportunidades ilimitadas. Pero también se planteó cuáles deben ser los límites, apelando a la urgencia de potenciar el empoderamiento humano, ante la capacidad seductora de las nuevas tecnologías.
Bajo el título “R2-D2 y Luke Skywalker. ¿Quién dirige la nave?”, tuvo lugar una primera mesa de debate en la que participaron Maite Sáenz, Socia-Directora de ORH Observatorio de Recursos Humanos; José Miguel Cansado, VP Global Accounts en Alto Intelligence y Román Gil Alburquerque, Socio en Sagardoy Abogados. Durante esta conversación, los ponentes debatieron sobre cómo gestionar el avance de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo, desde el punto de vista tecnológico y humano, de manera que se aprovechen todas sus ventajas, minimizando sus posibles riesgos. Así, se puso en valor el conocimiento humano y el criterio de las personas para la toma de decisiones y como mecanismo de control frente a posibles sesgos en el dato y el algoritmo. Además, se plantearon otros grandes desafíos, como el de establecer límites éticos y de privacidad en el uso de datos personales recabados a través de la IA.
José Miguel Cansado, reflexionó sobre cómo la IA y la digitalización pueden impactar en el empleo en aquellas tareas más mecánicas o en los puestos que no sepan incorporar esta nueva tecnología. Pero por otro lado apuntó que sin duda creará más empleo en temas de innovación, y se ampliará su alcance y aplicación en cosas que necesitan las personas, con una orientación a una mayor humanización. Para aprovechar al máximo sus beneficios el experto destacó que al igual que ocurría con tecnologías anteriores, sigue siendo muy necesaria la curiosidad del analista y las soft skills, además de la habilidad para escribir y dar instrucciones de forma clara, para obtener los mejores resultados. “En estos grandes modelos de lenguaje, expresarse es clave para obtener los resultados que queremos, lo que nos va a obligar a escribir mejor. Esto nos ofrece grandes oportunidades en el mundo laboral, pero tendremos que controlar los riesgos derivados del mal uso o la mala intención”.
Asimismo Maite Saenz destacó que “Lo que adquiere valor es el conocimiento humano", añadiendo que "es importante estar atentos al riesgo de tomar decisiones basadas en datos de la IA, donde puede haber sesgos sutiles que se esconden tras la cifra y el dato”. Asimismo ha destacado la necesidad de manejar el lenguaje del dato desde la perspectiva ética de poner a las personas en el centro y sobre la reponsabilidad de las empresas a la hora de hacer un buen uso de las inteligencias artiificiales “Desde las áreas de gestión de personas debemos cuestionarnos o poner en contexto cualquier recomendación o porcentaje, haciéndonos preguntas y tendiendo puentes con los ingenieros de datos para que entendamos nuestros lenguajes”.
Como conclusión, Román Gil compartió que “La sociedad no debe ni puede adaptarse sin más a las nuevas tecnologías, sino que las tecnologías deben adaptarse también a los valores humanos. La tecnología nos ayuda y mejora la vida humana siempre que los valores humanistas controlen su buen uso”.
Una segunda mesa coloquio titulada “Humanismo Digital: ¿Qué significa poner a la persona en el centro?”, contó con Fátima Álvarez, filósofa y experta en pensamiento crítico y ética; y Joan Clotet, autor y asesor especializado en humanismo digital. Estos expertos exploraron junto a Tomás Pereda, subdirector general de la Fundación máshumano, la forma de potenciar el binomio “personas-tecnología” donde esta última sirva para potenciar las capacidades genuinamente humanas y difícilmente automatizables del ser humano. Con relación a ello, enfatizaron en la necesidad de poner a las personas en el centro de una manera auténtica en el ámbito empresarial, fomentando su pensamiento crítico y enfocándose en valores esenciales como la justicia y el cuidado de los profesionales. Asimismo, se recordó la necesidad de promover un liderazgo que acompañe a las personas para adaptarse al nuevo entorno tecnológico, aprovechando las nuevas tecnologías para amplificar sus capacidades personales.
Para Joan Clotet, autor del libro “Humanismo digital. Claves para un liderazgo aumentado en la era digital”, el éxito se consigue mediante la fórmula de sumar capacidades e inteligencias "Fijarnos en lo humano para cuidarlo y ponerlo en valor y desde el liderazgo y autoliderazgo darnos cuenta de en qué somos buenos y nos ha hecho llegar hasta aquí". Además ha añadido que “Hay grandes retos globales que nos unen a todos porque compartimos planeta e intereses comunes. Por eso debemos revisar lo que nos conecta y entender la inteligencia artificial y aplicarla recordando que las personas también somos inteligentes, y que además somos sociales y creativas de verdad con enorme capacidad de combinar ideas nuevas para resolver problemas complejos. Aplicamos la intuición y también criterios racionales, inspiramos y debemos brillar como personas y como líderes, haciendo cosas que aporten valor, para que los demás quieran seguir trabajando con nosotros”.
Por su parte, ante si la tecnología nos puede hacer más críticos o más dependientes, Fátima Álvarez ha afirmado que depende de la actitud que tomemos ante ella. Esta experta en filosofía y pensamiento crítico ha cuestionado el humano-optimismo, en el sentido de la confianza que parecemos tener en que nos esforzaremos por voluntad propia por encima de lo que nos ofrece la máquina, ya que no suele ser nuestra tendencia natural. En este sentido, Álvarez ha enfatizado en que hemos de esforzarnos y ha expresado que "redactar un “prompt” no significa necesariamente hacer buenas preguntas, que es lo que hacemos con nuestro pensamiento crítico, aunque debería dar buenas instrucciones, con conocimiento y comprensión". Además, ha añadido que “para desarrollarnos bien junto a la IA debemos tener la voluntad de seguir potenciando nuestras habilidades humanas. Para pensar hay que ser valientes y esforzados, ser curiosos y no quedarnos con lo que dice la maquina sin comprensión y revisión”.
Sobre estos temas Tomás Pereda quiso añadir que “Cuanto mayor y más veloz sea el avance de la tecnología, más deberemos aprender a gestionar de manera diferenciada el tiempo tecnológico del tiempo humano, comenzando por recuperar la capacidad de atención perdida, como paso previo para potenciar nuestra capacidad de pensamiento crítico, territorio humano exclusivo y excluyente para las máquinas”.
La jornada concluyó con la intervención de Javier Gomá, escritor, filósofo, y director de la Fundación Juan March, quien en una conversación con Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados y de Fundación máshumano, ofreció una reflexión profunda sobre el papel del humanismo en la era digital y la importancia de mantener una perspectiva ética en el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías. Además, Gomá compartió una visión positiva sobre el progreso de nuestra sociedad en lo material y en lo moral, mirando el conjunto con distancia y perspectiva, donde reconoció que vivimos en un mundo imperfecto y susceptible de mejora, pero que puede considerarse el menos imperfecto de la historia, donde el interés y la dignidad particular ganan peso respecto al interés general.