Emprendimiento femenino con impacto social
Aunque la tasa de emprendimiento femenino ha aumentado en los últimos años, según un informe realizado por EAE Business School, en 2020 las mujeres percibieron menos oportunidades en su entorno, tuvieron más miedo al fracaso y valoraron menos favorablemente la cultura emprendedora. En este contexto, por tanto, parece que todavía quedan barreras por vencer como la financiación, la digitalización o la conciliación.
Además, también es necesario promover una mayor presencia de mujeres en sectores tecnológicos, que actualmente es escasa debido a la poca formación en carreras STEM, e incluso por la falta de referentes femeninos el frente de startups u otros proyectos de emprendimiento.
Conscientes de ello, desde Fundación máshumano llevamos años apoyando al talento femenino y fomentando el emprendimiento social liderado por mujeres. Una de las iniciativas puestas en marcha para ello es el reconocimiento especial al emprendimiento femenino y con impacto social, que impulsamos a través del Premio Jóvenes máshumano.
Desde hace dos años, la empresa Empathia, a través de su socia fundadora Natividad Buceta, nos ayuda a seleccionar y premiar un proyecto emprendedor liderado por una mujer, al que obsequian con un servicio de asesoramiento en Marketing para lograr un mayor impacto. Este año la emprendedora elegida ha sido Natalia Valle, Ceo del proyecto Plant on Demand, plataforma online desde donde los usuarios pueden crear su propio espacio de venta adaptado al sector agrifood. En menos de 15 minutos, pueden gestionar todos sus pedidos de forma automática y obtener valiosas analíticas sobre su negocio en tiempo real.
En este post, queremos compartir qué llevo a Empathia a seleccionar este proyecto y cuáles son sus motivaciones para promover el emprendimiento femenino. Además, también conoceremos más de cerca a Natalia y cuál está siendo su experiencia en su apasionante aventura emprendedora.
Natividad, ¿por qué decidisteis formar parte del Premio de emprendimiento social Jóvenes máshumano?
Porque necesitamos jóvenes emprendedores referentes que contribuyan a hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para ello, hay que motivar, guiar y reconocer las buenas iniciativas que animen a otros jóvenes a emprender.
¿Cuál ha sido vuestra motivación para apoyar el emprendimiento femenino en concreto, a través del “Reconocimiento especial Talento Femenino de Empathia”?
El talento femenino necesita de un buen empujón para liderar nuevos negocios sostenibles en los tres ejes social, medioambiental y económico. En la nueva era postCovid se requiere de un liderazgo en femenino que ponga en el centro a las personas y crea en ellas, si queremos desarrollar empresas responsables con sus comunidades y sus entornos medioambientales.
¿Qué os llevó a elegir a Natalia Valle y Plant on Demand para este premio?
La decisión fue complicada, este año hemos tenido en la convocatoria a los Premios Jóvenes máshumano muy buenos proyectos de emprendimiento que apuestan por una sociedad más justa y solidaria. Si bien, Natalia y su equipo han sabido aunar en la iniciativa Plant on Demand la ayuda que pide a voces el sector agroalimentario con las nuevas tecnologías, la logística, el cuidado del medio rural y un consumidor que busca un estilo de vida más saludable.
¿Qué tipo de apoyo vais a ofrecer a este proyecto?
Vamos a ayudar a Natalia en los retos que Plant on Demand le depara para el próximo año 2022.
¿Crees que el emprendimiento joven, y en concreto el impulsado por mujeres, es importante para nuestra sociedad?
Como decía, es muy necesario en una economía que cada vez es más social y diversa, en la que entender las percepciones de cada uno de los grupos de interés es clave para liderar los negocios en los próximos años.
Qué cosas crees que deben cambiar, para que más mujeres se decanten por el emprendimiento en general (o social )
La sociedad en su conjunto tiene que cambiar y concienciarse de la riqueza de la diversidad. Si damos las mismas oportunidades, la inteligencia emocional y social de la mujer, que siempre ha cuidado de su prole, ofrecerá nuevas oportunidades a todos. Los indicadores actuales del liderazgo en femenino son un reflejo de la sociedad que vivimos, y ahí me quedo.
Natalia, háblanos un poco de cómo ha sido tu trayectoria, hasta llegar a convertirte en CEO y cofundadora de Plant on Demand
Comencé estudiando economía y negocios. Tras varios años en el extranjero, me di cuenta de que la economía tal y como se enseñaba en las universidades españolas estaba caduca. Entonces decidí cambiar el rumbo de mi carrera ligeramente, para estudiar filosofía de las ciencias sociales e intentar encontrar fórmulas alternativas al crecimiento desmedido y al consumismo. Una vez acabé el máster y después de haber hecho mis primeros pinitos en el mundo del emprendimiento, me uní al equipo de Plant on Demand, hace ya más de 3 años.
¿Cómo surge la idea de este proyecto y tu interés por el emprendimiento social?
La idea surge a partir de una investigación de Alejandro, uno de los cofundadores de Plant on Demand, en una universidad holandesa. Allí se da cuenta, de que los canales cortos de distribución agroecológica, funcionan de forma muy deficiente, lo que finalmente repercute de forma directa al pequeño productor y al consumidor. Con ese problema en mente, nos juntamos varios amigos que nos conocimos en la universidad de Finlandia, para buscar una solución a través de la tecnología que permitiera a los pequeños productores tener una vida digna y hacer de la agroecología un modelo económicamente sostenible y eficiente.
¿Cuáles son las principales dificultades que has encontrado?
Una de las principales dificultades ha sido aprender cómo hacer llegar nuestro producto a los pequeños productores. Son un grupo de población que funciona con dinámicas muy diferentes a las del resto, por lo que las estrategias típicas de ventas no aplican en estos casos. Lo bonito de este proceso fue que, al dejar de intentarlo y empezar a escuchar más a las personas de este sector y a lo que nuestro corazón decía, hemos logrado encontrar la forma para hacer llegar nuestra solución a las personas que lo necesitan.
¿Cuáles son las principales motivaciones y satisfacciones que encuentras en este proyecto y, en general en el emprendimiento social?
Mi principal motivación cada día, es la de poder cocrear un proyecto tan bonito junto con las personas que más quiero y más admiro y de hacerlo con un propósito común. El saber que estamos creando herramientas para mejorar la vida de las personas y del planeta, me nutre cada día para seguir en esta aventura
¿Qué consejos darías a otras mujeres que quieran explorar la aventura del emprendimiento social?
Les diría que escuchen su voz interior y que confíen en ellas. Nuestras formas de liderazgo y de comunicación son muy diferentes y valiosas. Lo bonito es poder expresar desde lo que de verdad somos, sin intentar emular lo que nos han enseñado previamente sobre lo que significa ser emprendedor o una persona de negocios. Creo que, a través de expresar nuestros dones naturales como mujeres, podemos acelerar el cambio que todos estamos ansiando por una sociedad más equitativa, más colaborativa y con más escucha.
¿Deben tener algún rasgo, perfil o habilidades específicas?
Como todo creo que se puede desarrollar cualquier habilidad. Pero si tuviera que elegir tres, diría por un lado tener la capacidad de aprender a desarrollarse de forma autónoma en habilidades nuevas. Por otro, escuchar lo que te dice el entorno, tus clientes, tus mentores, la gente del sector, aunque siempre manteniéndose fiel a lo que uno siente. Y por último, tener la capacidad de ver las cosas con perspectiva y no derrumbarse ante las dificultades o las malas noticias. Montar una Start Up, probablemente sea una de las actividades que más decepciones y alegrías traiga.
¿Qué te ha aportado el Premio Jóvenes máshumano?
Me ha aportado mucha felicidad al ver que tantas emprendedoras y emprendedores están apostando por crear un mundo mejor.