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La empresa como generador de confianza: ética, propósito y liderazgo humanista

En nuestro programa mensual en Foro de los Recursos Humanos (Capital Radio), hemos dedicado una nueva edición al ciclo Líderes con Propósito, una iniciativa impulsada junto a Vocento en la que colaboramos desde Fundación Máshumano, para promover un liderazgo más humano, ético y sostenible.

Bajo el título “La empresa como generador de confianza. Cómo impactar desde un liderazgo auténtico”, conversamos con Samary Fernández Feito, directora general del Área Lujo y Estilo de Vida en Vocento; Teresa Gallastegui, directora de Personas y Organización en Ecoembes; y Ricardo Villasante, director de Relaciones Laborales en ISS, junto a nuestro subdirector general, Tomás Pereda.

 

Humanismo y empresa: una senda compartida

La iniciativa Líderes con Propósito nació hace dos años para construir un espacio de encuentro entre el pensamiento humanista y el mundo empresarial. Como recordaba Samary Fernández Feito, “Hemos encontrado una senda por la que nadie transitaba: aunar humanismo y empresa, generando un foro donde ambos mundos convivan junto a pensadores, líderes e instituciones.”

El éxito del II Foro Líderes con Propósito, celebrado el pasado 8 de octubre, confirmó el creciente interés por este enfoque, que sitúa al ser humano y a los valores como base del progreso. Para Tomás Pereda, quien es miembro del consejo asesor de esta iniciativa, la clave está en que las empresas que lideran con propósito “han demostrado conjugar excelentes resultados con una brújula moral que orienta su impacto”. Recordó además un dato relevante del Barómetro de la Confianza de Edelman: las empresas son hoy las instituciones que generan mayor confianza en la ciudadanía, por encima de gobiernos o medios.

“Ese capital de confianza cuesta conseguirlo —señaló—, pero cuando se logra, te permite asumir riesgos y equivocarte sin que la sociedad te penalice. En los momentos críticos, fueron las empresas quienes salieron al auxilio de la sociedad, y hoy se confía en ellas para seguir haciéndolo.”

 

El propósito como brújula del liderazgo

Para los invitados, el propósito no es un eslogan, sino una guía que da sentido a las decisiones y une lo económico con lo humano.

Desde Ecoembes, Teresa Gallastegui compartió su visión: “Soy una privilegiada por representar a una compañía con un propósito muy inspirador: construir un futuro sin residuos. Pero todas las empresas —y todas las personas— debemos conocer nuestra razón de ser, más allá del beneficio económico. Eso da coherencia, sentido y confianza en un momento de gran incertidumbre.”

En la misma línea, Ricardo Villasante (ISS) explicó cómo la cultura de la compañía, de origen nórdico, ha impregnado su manera de trabajar: “Nuestro propósito es hacer bien el negocio haciendo el bien con el negocio. Buscamos el beneficio de la organización, de las personas que la forman y del conjunto de la sociedad. Impactamos dentro y fuera”

Durante el programa se subrayó que ISS, organización que forma parte de la Red de empresas de Fundación Máshumano, encarna a la perfección “el negocio de la dignidad”, por su labor diaria al servicio de las personas y su compromiso con el bienestar de quienes trabajan en primera línea.

Por su parte, Tomás Pereda destacó que cuando una idea de negocio da respuesta al bien común, difícilmente puede no prosperar, porque “acaba generando resultados positivos y atrayendo el mejor talento”.

Empresa generador confianza Fundacion Mashumano 2

 

Competitividad y propósito: un equilibrio inteligente

Uno de los debates más interesantes del programa giró en torno a la aparente tensión entre competitividad y propósito.

En ISS, Ricardo defendió que ambos conceptos “no solo conviven, sino que se nutren mutuamente”: “No concebimos el desarrollo del negocio sin propósito, porque forman parte de una misma rueda. A veces hay que renunciar a margen, pero siempre desde la viabilidad. Las empresas deben estar formadas por buenas personas, con valores y principios personales sólidos: eso es el humanismo aplicado a la empresa.”

Para Ecoembes, la competitividad sin sostenibilidad “no lleva a ningún sitio”. Teresa lo resumía con una frase que refleja la madurez de este enfoque: “No se trata de ser buenista, sino inteligente. Porque al final, todo lo que haces bien desde los valores te revierte en mejores resultados.”

En la misma línea Samary Fernández Feito compartió que “Hablar de propósito no significa olvidar la viabilidad económica. Si una empresa no es sostenible, no puede generar impacto. Los resultados son imprescindibles, pero el propósito define cómo se logran.”

 

Confianza: el capital más valioso

El Barómetro de Edelman volvió a aparecer en la conversación. En un momento de creciente desconfianza hacia las instituciones, los participantes coincidieron en que la empresa se mantiene como el actor social más confiable.

Desde ISS, Ricardo Villasante añadió que esta confianza se explica porque las empresas cumplen sus obligaciones, mantienen el empleo y proporcionan la forma de vida necesaria a las personas. “La gente sabe que las compañías son esenciales para la sociedad, y aquellas que tienen un propósito aportan un valor añadido que otros agentes no ofrecen.”

Por su parte, Teresa Gallastegui recordó que la historia de Ecoembes —28 años fomentando el hábito de reciclar— solo ha sido posible gracias a la confianza de los ciudadanos: “No puedes pedirle a la sociedad que cambie un hábito si no confía en ti. Nos creen porque ven coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.”

Samary Fernández Feito subrayó que “la sociedad ve a las empresas no solo como empleadoras, sino como agentes con un papel decisivo en el progreso social”. Además, Tomás Pereda cerró esta reflexión con una llamada de atención: “Tener un propósito implica un alto compromiso. Las empresas son cajas transparentes, y en los momentos difíciles, si no eres coherente, la sociedad te lo hace ver.” 

 

Ética e inteligencia moral en la era de la IA

Otro de los temas abordados fue el papel de la ética y la inteligencia moral en un entorno marcado por la inteligencia artificial.

Tomás Pereda recordó que “estamos cerrando la era industrial y abriendo una nueva, modelada por las tecnociencias”. Una era llena de oportunidades, pero también de riesgos:

“La IA puede transformar el trabajo y mejorar la vida de las personas, pero si no se impulsa con ética, puede ponerlas en riesgo.” En este punto, Pereda presentó la iniciativa WorkétIcA, un espacio impulsado por Fundación Máshumano para reflexionar sobre el uso responsable de la tecnología y los dilemas éticos asociados a la inteligencia artificial. Su objetivo —explicó— es “ayudar a las organizaciones a integrar la ética en su toma de decisiones y a garantizar que la tecnología esté siempre al servicio de lo humano”.

Los participantes coincidieron en que las empresas deben ser garantes de un uso responsable de la tecnología ya que “si las compañías son hoy las instituciones más confiables, también tienen la responsabilidad de liderar con inteligencia moral y poner la tecnología al servicio del humanismo”.

 

Humanismo y filosofía aplicada a la empresa

El programa concluyó con una reflexión sobre el humanismo como horizonte del liderazgo, donde la alta dirección desempeña un papel esencial.

“Si el líder no asume el propósito como razón de ser, no fluirá hacia abajo. Pero no basta con el ejemplo del CEO: cada persona debe conocer su propósito y vivirlo en todos los niveles de la organización” apuntaron en el coloquio.

Ricardo Villasante añadió que el liderazgo debe entenderse “como un servicio a las personas”. Inspirar, acompañar y actuar con coherencia son, en su opinión, las bases para que la cultura del propósito cale realmente en toda la organización. “Las personas deben saber, desde que llegan, qué valores impregnan a la empresa y qué papel juegan en su propósito colectivo.”

El humanismo, coincidían todos, no es una teoría abstracta, sino una forma de gestionar que pone en el centro la dignidad, la coherencia y el sentido.

 

Una confianza que transforma

En un cierre más amplio, nuestro subdirector general reflexionó sobre el papel de las empresas como motor de cambio en un contexto global de incertidumbre: “Mientras los gobiernos parecen no reaccionar a los grandes desafíos sociales, las empresas han demostrado una enorme capacidad de acción. Por eso, ahora la sociedad confía en ellas para liderar desde la ética y el propósito.”

En definitiva, el programa dejó una idea clara: liderar con propósito no es una moda, sino una necesidad. Porque, como recordamos desde Fundación Máshumano, las empresas que lideran con propósito son las que impulsan un crecimiento con sentido: en las personas, en las organizaciones y en la sociedad.

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