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¿Cuánto tiempo pasamos con nuestros hijos?

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) ha presentado su primer informe. 

En su primer estudio,  INFORMARHOE, una iniciativa que recoge estudios monográficos basados en encuestas de percepción, más de mil personas han contestado a una encuesta que proporciona pistas sobre el statu quo relativo al uso y tiempo que dedican las familias al cuidado de sus hijos.

Las conclusiones muestran una gran insatisfacción por parte de los progenitores sobre el tiempo que dedican a sus hijos. Casi el 70% de los encuestados afirma emplear más de dos horas diarias al cuidado de sus hijos/as, tiempo que en el 63 % de los casos les parece insuficiente, y que llega al 69% cuando se les pidió a los participantes que se pusieran en el lugar de sus hijos/as para valorar esa misma cuestión.

 

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Las actividades que se practican durante esas dos horas son básicamente darles de comer o conversar, lejos de jugar o hacer los deberes, tareas a las que solo se dedican el 50,6% a pesar de ser las que los niños eligen para compartir con sus progenitores.

Además, el 75% de los encuestados se declaran "cansados, agobiados, frustrados, y culpables" sentimientos que muestran de primera mano las carencias que la sociedad padece en este sentido y el alto nivel emocional que suscita pensar en lo que hacemos día a día al respecto.

En lo que respecta a las diferencias entre sexos, se comprueba que hay una tendencia, por parte de los hombres, a percibir la situación de forma más positiva que las mujeres, aunque en general se evidencia una gran dificultad para encontrar tiempo para desarrollar de forma satisfactoria las responsabilidades como padres y madres. Como consecuencia se detectan:

 

  • Inestabilidad de la pareja, al no poder atender de forma adecuada las demandas.
  • Fracaso escolar, por la falta de un acompañamiento adecuado.
  • Defectuosa o mala alimentación, lo puede llevar a la obesidad, etc.
  • Deficiencia en la transmisión de valores, principios y hábitos de los padres.
  • Baja natalidad.
  • Bajo rendimiento laboral.

 

EL TRABAJO, EL MAYOR OBSTÁCULO

La imposibilidad de conciliar la vida laboral y personal, y en particular para esta encuesta, la familiar, se ve frustrada por la necesidad y voluntad de trabajar de ambos progenitores, por los horarios irracionales en cuanto a entrada y salida del trabajo, largos períodos para la comida, las jornadas partidas, la falta de flexibilidad, la imposibilidad de tele-trabajar, la falta de adecuación de los horarios laborales a los escolares, los largos desplazamientos al lugar de trabajo, entre otras.

El 75,3% lo declara como el principal responsable, seguido, muy de lejos, por las tareas domésticas. Y proponen una batería de posibles soluciones tanto en el ámbito familiar, como laboral, personal y educativo que van desde levantarse antes o hacer las compras por internet hasta renunciar a promocionar profesionalmente.

 

TAREA DE MUJERES

El 77% de los encuestados en este primer estudio han sido mujeres por lo que parece evidente que existe un mayor interés por el tema por parte de ellas. No obstante, en aquellas parejas que han declarado ocuparse ambos del cuidado de los niños, los hombres, en un 82,91%, se han atribuido el mérito.

 

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La percepción cambia cuando se trata de valorar el reparto de las tareas. En ese caso, el papel desarrollado por los hombres se sigue poniendo en evidencia. Preguntados cuando el reparto de tareas de cuidado y atención de sus hijos/as no es equilibrado, sobre quién está más involucrado de ambos, las respuestas son clarificadoras, concordantes y a la vez honestas: los hombres reconocen que son ellas las más involucradas y, cuando responden ellas, confirman la misma realidad.

 

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